Se dice que Gerardo Martino no tiene autocrítica, pero “El Tata” acepta que se ha equivocado, “nadie es infalible”, reconoce el argentino, y hay cuestiones puntuales para hablar así, como lo fue la pandemia.
“Fue un hecho que no supimos manejar, pero bueno, si los gobiernos de los países fallaron, imagínense a un grupo de gente que conduce un seleccionado nacional. Por ahí no supe manejar algunas cuestiones y estábamos aprendiendo cómo la sorteábamos en lo futbolístico”, recuerda. Y en lo futbolístico Martino acepta que hubo cuestiones que pudieron ser mejor tratadas.
“ Hay una programación de tres competencias donde priorizamos los Juegos Olímpicos. Hay que analizar que si hay una competencia a la que se da prioridad como los Olímpicos (Tokio 2020), donde se ganó una medalla de bronce y hay 12 o 14 jugadores que pudieron estar en Copa Oro y no estuvieron, pero aun así se jugaron dos finales (Copa Oro y Nations League) y se ganó bronce en un proceso de 60 días, pues creo que a pesar del error, se tiene más positivo que negativo”.
Lo mantendrá
El equipo está listo. La alineación preparada, así que lo que sigue es… ¿Cómo va a jugar México en Qatar 2022?
Dicen que Gerardo Martino no cambia su formación 4-3-3, y 2El Tata” respeta opiniones, pero afirma que eso no es verdad… aunque puede ser cierto.
“ Hace poco tuvimos una mala actuación contra Uruguay y jugamos 5-2-3. A veces el parado del rival hace que el esquema pase a ser 4-2-3-1… si usted me pregunta si cambiaremos permanentemente, respondo que no. Entiendo que hay que hacerse fuerte a partir de un esquema básico, pero lo verdaderamente importante es la forma de encarar los partidos, no el esquema básico. No hay que resignar el protagonismo utilizando el esquema que se deba de usar, eso sí es reprochable, modificar una intención de juego”.
Entonces, el 4-3-3 sí puede modificarse: “La mayoría de las ocasiones jugamos 4-3-3, y es porque hemos jugado mucho mejor de esa forma… pero si por ahí digo que Pachuca es el mejor equipo y Pachuca nunca cambió, pregunto: ¿Hay que cambiar o no? ¿No hay que cambiar para ganar? El debate es mucho más profundo que eso”.